dilluns, 27 de febrer del 2012

El valor de la voluntad

Hola chicos. Ahora que cruzamos el ecuador del curso, llega el momento de presentar este texto que aborda el tema de la voluntad, clave en cualquier aspecto de la vida de los animales (también de los humanos). Es un texto de M. Teresa Rodríguez de Castro (Universidad de Padres) destinado a los padres, aunque me parece muy apropiado para comentarlo con vosotros en clase. Aquí os lo dejo para que vayáis hincándole el diente, no tiene desperdicio.


Las Destrezas de la Voluntad


¿Cómo podemos conseguir que nuestros hijos hagan algo que no tienen ganas de hacer? Nos gustaría que ellos fuesen capaces de decidir y ordenar la propia conducta, que pudiesen llevar a cabo sus planes y proyectos a pesar de las adversidades y dificultades o de los diferentes estados de ánimo. En pocas palabras, queremos que tengan la suficiente voluntad. 

Madrid | Noviembre 2011 | M. Teresa Rodríguez de Castro | Investigadora Social

No es fácil escapar del influjo de la pereza o la comodidad, dos verdaderos enemigos que constantemente obstruyen nuestro actuar. La falta de voluntad se manifiesta cuando se retrasa el inicio de una labor, cuando no se da prioridad a las actividades más urgentes o importantes y se escogen las que suponen un menor esfuerzo, cuando se proyecta algo pero no se es capaz de llevarlo a la práctica.
Albert Einstein consideraba que existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. La voluntad no es más que la inteligencia aplicada a la acción. Para la UP no es una facultad innata, sino que se compone de cuatro destrezas, de cuatro hábitos que se aprenden, o no, en los distintos momentos del desarrollo. Todo ello está relacionado con el aprendizaje de la libertad.
Estas cuatro destrezas nos proporcionan un instrumento educativo fundamental.
1ª.-  Inhibición del impulso. 
El niño está movido por impulsos, que le incitan a actuar. Es importante esta primera destreza para que el niño no pase directamente del ímpetu o del deseo a la acción. Cuando nuestros hijos son demasiado impulsivos, esto les crea diferentes problemas. ¿Cómo podemos educar la impulsividad? Una de las técnicas que tienen éxito es la de las
 “autoinstrucciones”. Se trata de enseñar a nuestros hijos a darse instrucciones a sí mismo y a obedecerlas. Y la primera orden es: piensa un instante lo que vas a hacer.
2ª.- Deliberar 
¿Por qué es tan importante detener el impulso? Porque nos deja tiempo para deliberar, es decir, para
 aplicar nuestros conocimientos a la situación y comprobar si el impulso nos guiaba por el camino acertado o no. Deliberar supone buscar e inventar las alternativas.
3ª.- Decidir 
Tras la deliberación llega la decisión, que supone un salto. En esto consiste la autodeterminación. La
 toma de decisiones en la adolescencia es un aspecto crítico para un desenvolvimiento saludable; a pesar de la crisis en la formación de la identidad el adolescente debe evaluar sus alternativas adecuadamente, y al mismo tiempo ir ganando autonomía para el futuro.
4ª.- La Ejecución del Proyecto 
A la hora de realizar el proyecto, debemos tener en cuenta la importancia de dos hábitos que fortalecen dos capacidades: la capacidad de retrasar la recompensa y la capacidad de soportar el esfuerzo.
En cuanto a la capacidad de aplazar la recompensa, debemos enseñar a nuestros hijos a manejar no solamente las recompensas externas, sino las recompensas internas, las que uno mismo puede proporcionarse cada vez que se acerque a una meta.
En relación con la capacidad de soportar el esfuerzo, podemos decir que con frecuencia lanzamos a los niños el mensaje de que las cosas no deberían ser desagradables, con lo cual les estamos diciendo que el aspecto costoso de una actividad es injusto y debería ser evitado. Nuestros hijos deben aprender a dominar el estrés. Nadie puede evitar sentirse estresado, por eso nuestros hijos deben aprender a superarlo. Deben aprender a reconocer las situaciones que le producen estrés y los signos del mismo, para resolverlo de forma constructiva.
Debemos insistir en lo que es el núcleo duro de la voluntad: el hábito de obedecer a una norma propia que funciona además como criterio de evaluación. Aquí aparece entonces el aprendizaje del deber, que es un elemento esencial para la libertad. Lo que nos interesa es fomentar los deberes liberadores, que son un mecanismo para no dejarnos llevar por la presión del momento. Son los contenidos de los deberes, no su función psicológica, los que pueden resultar esclavizadores.
En los cursos de la UP explicamos que los mecanismos de la voluntad se van construyendo a lo largo de la infancia. El niño que aprende a obedecer las órdenes de su madre, acaba dándose órdenes a sí mismo, y así pasamos la vida entera. La autonomía, como su propio nombre indica, consiste en darnosórdenes inteligentes a nosotros mismos y obedecerlas.
Bibliografía:
"El Misterio de la Voluntad Perdida". J. A. Marina, Anagrama, 1998
La Educación del Talento”. J. A. Marina. Biblioteca UP. Ariel, 2010

dilluns, 20 de febrer del 2012

Don Quijote

Como introducción a la magnífica novela de Cervantes, os dejo algunos videos que nos ayudarán a conocerla un poco mejor.
Para leer algunos capítulos, clica en el enlace
http://cvc.cervantes.es/obref/quijote/edicion/parte1/parte01/cap01/default.htm


Sabina y el presente de subjuntivo

Estos días andamos los de tercero comentando el uso de algunos tiempos verbales. Aquí os dejo una maravillosa canción de Sabina construida con este tiempo verbal tan utilizado en nuestro idioma: el presente de subjuntivo. Escuchadla, es un texto exquisíto, rebosante de metáforas de gran calidad. No tiene desperdicio. escuchad y ya me diréis si no os rasga un poco algunas fibras de vuestro corazoncito.

NOCHE DE BODA
Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,

Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.

Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.

Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.

Que no se ocupe de ti el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.

Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche


Para los de tercero. Recitado del poema de Neruda que comentamos en clase esta semana. Espero que os guste y que lo disfrutéis (también los que lo considerasteis un tanto cursi). Fijaos en la sencillez y en la emoción que consigue a través de las repeticiones. Ya me comentaréis qué os ha parecido.






Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el último dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.
                                               Pablo Neruda
(Veinte poemas de amor y una canción desesperada)


dijous, 16 de febrer del 2012

Valoración de la lectura "Días de Reyes Magos"

Corregidos ya algunos exámenes (mañana estará el resto), me gustaría dejar colgado el comentario de Núria López, una aportación interesante de una lectora atenta. En la última pregunta nos dice:

"Me ha parecido una obra muy interesante y me ha gustado desde el primer momento en que empecé a leer. Nos quiere enseñar valores y cosas de la vida a través de la lectura que realiza Uli, y nos hace comprender que siempre hay alguien más desgraciado que tú, y que no tienes que tomar decisiones precipitadas. Me ha conmovido el final, ya que el padre de Uli dedica sus últimos meses de vida a acercarse más a su hijo y a enseñarle cómo es realmente, y le enseña cosas muy importantes para su futuro. Me ha dado la sensación de que el autor del libro también quería darnos la misma lección que recibe Uli. Y yo la he aprendido con esta lectura tan entretenida."

Gracias Núria.


La Celestina.

Para buscar la información necesaria La Celestina from Rosa Malrás La celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea de ...